El pasado 29 de noviembre se cumplieron 100 años de la fundación de Central Norte. Por eso quiero hacer un brindis imaginario con todos los directivos, jugadores, técnicos, socios y simpatizantes de esta gloriosa institución. Ellos dejaron alma y vida a lo largo de estos 100 años para mantener en alto el estandarte de nuestro querido club que llegó a ocupar lugares de privilegios en competencias locales, nacionales y en países vecinos. Sus equipos se destacaron por el buen fútbol. Pero también dejaron sus huellas el basquetbol y el voleibol. Además, cuenta con una de las mejores escuelas de patín del país. Si intento nombrar a todos podría olvidarme de alguno y no es justo. Quienes conocen la historia del club saben a quienes invoco. En este momento deseo festejar con toda la gran familia de Central Norte, especialmente con la de don José de Rosa, recientemente desaparecido. Fue un colaborador incansable e incondicional de la institución y estoy segura que en el cielo alzó su copa y nos acompañó en esta gran celebración. Ruego a Dios para que toda la familia "cuerva", en este centenario que nos toca vivir, se una bajo un único lema: "el crecimiento del club para que Central Norte vuelva a brillar como en los viejos tiempos".
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