lunes, 20 de junio de 2011

DIA DE LA BANDERA

PRIMERA BANDERA ARGENTINA

Significado de las partes de la Bandera, sus colores

En cuanto a la elección de los colores se han formulado multiplicidad de hipótesis de los historiadores. Algunas de ellas son:
  • Sentiniento religioso: Los colores celeste y blanco figuran en el manto de la Virgen María. Belgrano rindió culto a la Virgen de Luján; bajo cuya advocación se inició el Consulado de Buenos Aires.
  • Concepción ideológica: El azul (azur o blao en el arte heráldico o blasónico) simboliza los ideales de justicia, verdad y fraternidad, señalados en nuestro escudo por el campo superior. de la elipse.
  • Concepción poética: El azul y el blanco tendrían origen en la concepción poética que los presupone como inspirados del cielo y las nubes.
  • Tradicionalismo local referido al escudo de la ciudad de Buenos Aires: Ambos colores tienen su antecedente en la Colonia. El color celeste figura en los cuarteles de los escudos de México (1523), Perú (1537), Bogotá (1548), Chile (1552), etc. En el de Buenos Aires; fijado por el gobernador Jacinto de Cariz el 5 de noviembre de 1649, los colores cielo y plata -es decir celeste y blanco- aparecen con el emblema del Espíritu Santo y el puerto. Los dos barcos fueron agregados en 1810. 
  • Cruz y banda real: Figuraban en ambos símbolos de la orden de Carlos III, y figuraron también, como insignia de la soberanía castellana y aragonesa, en la banda de los Reyes Católicos. Los partidarios de Fernando VII y la Junta Gubernativa los emplearon en oposición al rojo de los partidarios de José Bonaparte.
  • Insignia del Consulado: La bandera izada al frente deI Consulado -instalado en Buenos Aires el 2 de junio de 1794- ostentaba los colores celeste y blanco, los mismos del manto de Ia Virgen, protectora de la Corporación. 
  • Distintivo patriota durante las invasiones inglesas: Fue el celeste el color de los moños, lazos y cintas que utilizaron desde el 14 de julio de 180ó para reconocerse entre ellos. Lo usaron en los ojales del chaleco o la casaca. 
  • Colores predilectos en los regimientos de 1806 y 1807: El celeste y el azul fueron los colores predilectos de los regimientos organizados para rechazar a las tropas inglesas, en especial, de aquéllos que fueron constituidos con el elemento criollo: Húsares de Pueyrredón, Cazadores Correntinos, Patricios do Buenos Aires, Pardos, etc. 
  • Telas del invasor inglés: El azul fue el color que predominaba en Ias telas que en gran cantidad y como botín de guerra se tomaron a las fuerzas inglesas, una vez vencidas después de la invasión. Estas telas sirvieron para confeccionar los uniformes de los nuevos regimientos coloniales.
  • Divisa de Sociedades. Secretas y Patrióticas: El color celeste fue típico en las cintas que como divisa usaron los componentes de Sociedades Secretas y Patrióticas (1810 y 1811),
  • Rebozos de Las damas porteñas: Los rebozos -capas, pañolones, mantos, mantones etc.- y las flores -violetas y junquillos prendidos en el ppecho-, señalaron la predilección por ambos colores, el blanco y el azul.
  • Divisa de French. y Beruti: Las cintas que French y Beruti distribuyeron el 25 de Mayo, como es sabido, fueron de los mismos colores que los patriotas para distinguirse entre ellos, habían ostentado el 22, día del memorable Cabildo Abierto.
  •  Color blanco, símbolo de unión; rojo, de oposición: En algunos relatos de la época de la Revolución de Mayo "Diario de varios sucesos, 181Ó", "Revolución de Bs. As: acaecida el 21 de mayo de 1810" que. concluyó eI 25 propio" y otro tercero, también anónimo, fechado en "Córdoba, 4 de junio de 1810", así como las "Memorias curiosas", 1717-1855, de Juan Manuel Beruti -hermano de Antonio Luis-, y las "Memorias" de Belgrano; se hacen aparecer patriotas usando cintas de color blanco, como símbolo de unión entre "europeos y patricios" y "españoles y americanos", y aun cintas rojas o encarnadas color de sangre, como símbolo de guerra contra alguna oposición que hubiera, a favor del virrey". 
  • Divisa de los morenistas: En oposición a los saavedristas, tal como consta en el sumario instruido a raíz de la asonada del 5 y 6 de abril, Ios morenistas utilizaron cintas azules y blancas.
  • Color incásico: E1 azul constituyó color predilecto en los ornamentos de los Incas del Perú.
  • Influencia de otras ideas revolucionarias: El azul -excluido el rojo como color dominante en la insignia española- habría sido tomado de la nueva bandera de Francia, país al quepertenecían muchos de los escritores, filósofos, economistas, etc., de cuyas ideas se nutrieron los prohombres de Mayo.

Cantidad y disposición de las franjas

Conforme a la tradición rosarina, la bandera de Belgrano, confeccionada por doña María Catalina Echavarría de Vidal, constaba de dos paños verticales, uno blanco, del lado del asta y otro celeste. Los elementos de esta bandera son coincidentes – en número y disposición- con la bandera de los andes (a la que se agregó el escudo) y confiere sentido lógico a la tradición rosarina, por cuanto es lógico que San Martín, al disponer su confección, debió necesariamente inspirarse en la Bandera que le legara, describiera o mostrara Belgrano, en el período que ambos patriotas vivieron juntos en el norte del país (enero a marzo de 1814)
En un retrato de batalla durante la estadía de Belgrano en Londres (1815) aparece una bandera en el fondo con dos franjas horizontales, la superior blanca y la inferior celeste, lo cual cabe suponer que las indicaciones fueron suministradas por el propio Belgrano.
Se desconoce la causa por la cual comenzó a disponerse las franjas de distinta manera a la hasta entonces acostumbrada.
Las primeras indicaciones de la bandera de tres franjas horizontales aparece en una nota que envía Vigodel al ministro de estado en Brasil: "Los rebeldes de Buenos Aires han enarbolado un pabellón con dos listas azul celeste a las orillas y una blanca en el medio".



 
CON EL INGENIERO JUAN CARLOS ROSARIO MEDINA, AUTOR DE UN LIBRO DONDE SE DETALLA EL FINAL DEL CONVENTO DE LA MERCED (DONDE SE HABRIA PERDIDO PARA SIEMPRE LA PRIMERA BANDERA DE BELGRANO) Y DE  LA CIUDADELA DE SAN MARTIN. (en el Archivo Historico de Tucuman al recibir una medalla de oro otorgada por dicho organismo)

¿Que fue de la Bandera?
La historia de nuestra primera Bandera esta relacionada con la historia de lo que fue la Republica Argentina en aquellos tiempos. Manuel Belgrano llegó a Rosario para hacerse cargo del ejército con el que tendría que cortarle el paso a los españoles, que avanzaban rumbo al Sur dispuestos a recuperar el poder en tierras que habían dominado por siglos. El general Belgrano solcito a Buenos Aires
"Me tomo la libertad de exigir a V.E. que se declare una escarapela nacional para que no se equivoque con la de nuestros enemigos".

El distintivo propuesto era una escarapela azul y blanca que se adosaría al uniforme, en reemplazo de la colorada, que se confundía con la enseña realista.
El Triunvirato le hizo saber su aprobación, y el 18 de febrero 1812 se creó la Escarapela de las Provincias Unidas del Sur, con los colores blanco-celeste-blanco, inversa a la actual.


El general se alojó en la casa de su amigo Vicente Tuella. A él lo conocía desde la época de la expedición al Paraguay. A la hermana de Vicente, María Catalina, acababan de presentársela. Sin embargo, no dudó en pedirle que se pusiera a coser una bandera celeste y blanca para izarla frente al río Paraná ni bien estuvieran terminadas las tareas de fortificación en la barranca. Una treintañera en esos días, María Catalina, había quedado huérfana cuando era apenas una niñi-ta, pero la familia Tuella la habría criado como a una hija más. Precisamente de la tienda de su padre, don Pedro Tuella, sacó las telas y los hilos que empleó para cumplir con lo solicitado por Belgrano. Desde la casa de Vicente, Belgrano observó la tarea incesante de sus hombres a través de las ventanas que daban al río. En la casa que compartía junto a su marido, Manuel Vidal, María Catalina apenas abandonó la costura para hacer una corta visita a sus padres, que vivían al lado y a quienes cuidaba con singular cariño. Más de dos semanas trabajaron los soldados. Más de dos semanas trabajó ella.
Había que luchar por la independencia nacional. Había que darle una bandera propia a nuestro ejército. En la fortaleza porteña todavía flameaba, como por costumbre, la bandera española, le comentó Belgrano, preocupado. El 27 de febrero todo estuvo listo. Frente a las baterías Independencia y Libertad, ubicadas donde hoy se levanta el monumento que le rinde homenaje, Belgrano ordenó enarbolar, por primera vez, aquella bandera que María Catalina había cosido con tanto esmero.La muchacha, se convirtió en una mezcla de celebridad como reliquia viviente. Durante mucho tiempo habitó la misma casa de siempre, en lo que hoy es el centro de Rosario. Luego se mudó a San Lorenzo, donde tenía una propiedad cercana al histórico convento. Allí murió en 1866, a los 84 años. Sus restos descansan en la iglesia de ese pueblo. María Catalina Echevarría de Vidal, la mujer que cosió la primera bandera argentina, nada menos.Eran dos bandas horizontales, la blanca arriba. Ni bien la tela tocó la punta del mástil, una salva de artillería saludó el nacimiento del pabellón nacional.

Soldados de la Patria:

En este punto hemos tenido la gloria de vestir la escarapela nacional que ha designado nuestro excelentísimo gobierno: en aquel, la Batería de la Independencia; nuestras armas aumentarán las suyas; juremos vencer a nuestros enemigos, interiores y exteriores, y la América del Sud será el templo de la Independencia, de la unión y de la libertad.
En fé de que así lo jurais decid conmigo ..... Viva la Patria.
Concluido
Señor Capitán y Tropa destinada por primera vez a la Batería de la Independencia: id, posesionaos de ella y cumplid el juramento que acabáis de hacer

Eran las seis y media de la tarde de un día histórico y quien tuvo el honor de izar la enseña fue un civil, Cosme Maciel, también vecino de Rosario. Lleno de entusiasmo informo al primer Triunvirato


Excmo. Señor,
En este momento, que son las seis y media de la tarde, se ha salva en la batería de la Independencia, y queda con la dotación competente para los tres cañones que se han colocado, las municiones y la guarnición.
He dispuesto para entusiasmar las tropas y á estos habitantes, que se formen todas aquellas, y las hablé en los términos de la copia que acompaño.
Siendo preciso enarbolar bandera, y no teniéndola, la mandé hacer blanca y celeste, conforme á los colores de la escarapela nacional: espero que sea de la aprobación de Vuestra Excelencia.
Rosario, 27 de febrero de 1812. Excmo. Señor,
Manuel Belgrano.
Excmo. gobierno superior de las Provincias del Rio de la Plata.

 "Siendo preciso enarbolar bandera y no teniéndola, mándele hacer blanca y celeste, conforme a los colores de la escarapela nacional Espero que sea de la aprobación de vuestra excelencia"explicó Belgrano a las autoridades.Esta actitud le costó su primer enfrentamiento abierto con el gobierno centralista de Buenos Aires, personificado en la figura del ministro Bernardino Rivadavia, de posturas netamente europeizantes. "Haga pasar como un rasgo de entusiasmo el suceso de la bandera blanca y celeste enarbolada, ocultándola disimuladamente", le escribió a Belgrano El Gobierno Nacional el 3 de marzo de 1812 le ordeno que  la reemplazase por la usada en la Fortaleza de Buenos Aires (la rojigualda).


Como Belgrano partió hacia el norte para hacerse cargo del Ejército del Norte, no tomó conocimiento de la orden de desechar la bandera.Belgrano y no recibió a tiempo la carta de Rivadavia recomendándole que escondiera la bandera, porque el correo llegó a Rosario cuando él ya se encontraba en viaje hacia Salta para ponerse al frente del Ejército del Norte. Se hizo cargo del mando en la posta de Yatasto el ejército derrotado quedaban apenas 1500 hombres, de los cuales 400 internados en el hospital; tampoco había casi piezas de artillería, y no tenía fondos para pagar a los soldados. Instaló su cuartel en Campo Santo, al este de Salta. Se dedicó a disciplinar el ejército y organizó su hospital, la maestranza y el cuerpo de ingenieros. Su seriedad y su espíritu de sacrificio le ganaron la admiración de todos y logró levantar el ánimo de las tropas.

En mayo se trasladó a Jujuy e intentó algunas operaciones en la Quebrada de Humahuaca Luego de avanzar a San Salvador de Jujuy, el 25 de mayo de 1812 celebró el segundo aniversario de la Revolución de Mayo con un Te Deum en la iglesia matriz, durante el cual el canónigo Juan Ignacio Gorritii la bendijo hecho esto  el general Belgrano hablo asi a los presentes:

Soldados, hijos digno de la Patria, camaradas míos: dos años ha que por primera vez resonó en estas regiones el eco de la libertad, y él continuó propagándose hasta por las cavernas más recónditas de los Andes; pues que no es obra de los hombres, sino de Dios Omnipotente, que permitió a los americanos que se presentase la ocasión de entrar al goce de nuestros derechos: el 25 de Mayo será para siempre memorable en los anales de nuestra historia, y vosotros tendréis un motivo más recordarlo, cuando en él, por primera vez veis la Bandera Nacional en mis manos, que ya os distingue de las demás naciones del globo, sin embargo, de los esfuerzos que han hecho los enemigos de la sagrada causa que defendemos para echarnos cadenas aún más pesadas que las que cargabais. Pero esta gloria debemos sostenerla de un modo digno, con la unión, la constancia y el exacto cumplimiento de nuestras obligaciones hacia Dios, hacia nuestros hermanos, hacia nosotros mismo; a fin de que haya de tener a la vista para conservarla libre de enemigos y en el lleno de su felicidad. Mi corazón rebosa de alegría al observar en vuestros semblantes que estáis adornados de tan generosos y nobles sentimientos, y que yo no soy más que un jefe a quien vosotros impulsáis con vuestros hechos, con vuestro ardor, con vuestro patriotismo. Sí; os seguiré imitando vuestras acciones y todo el entusiasmo de que sólo son capaces los hombres libres para sacar a sus hermanos de la opresión.

Ea, pues, soldados de la patria: no olvidéis jamás que nuestra obra es de Dios; que El nos ha concedido esta Bandera, que nos manda la sostengamos, y que no hay una sola cosa que no nos empeñe a mantenerla con el honor y decoro que le corresponde. Nuestros padres, nuestros hermanos, nuestros hijos, y nuestros conciudadanos, todos, todos, fijan en vosotros la vista y deciden que a vosotros es a quienes corresponderá todo su reconocimiento si continuáis en el camino de la gloria que os habéis abierto. Jurad conmigo ejecutarlo así, y en prueba de ello repetid: ¡Viva la Patria!

 El 29 de mayo Belgrano informó al gobierno :
Excmo. Señor,

He tenido la mayor satisfacción de ver la alegría, contento y entusiasmo con que se ha celebrado en esta ciudad el aniversario de la libertad de la patria, con todo el decoro y esplendor de que ha sido capaz, así con los actos religiosos de vísperas y misa solemne con Te Deum, como la fiesta del alférez mayor D. Pablo Mena, cooperando con sus iluminaciones propias á su regocijo.
La tropa de mi mando no menos ha demostrado el patriotismo que la caracteriza: asistió al rayar el día á conducir la bandera nacional, desde mi posada, que llevaba el barón de Holemberg, para enarbolar en los balcones del ayuntamiento, y se anunció al pueblo con quince cañonazos.
Concluida la misa, la mandé llevar á la iglesia, y tomada por mí la presenté al D. Juan Ignacio Gorriti, que salió revestido á bendecirla, permaneciendo el presidente, el cabildo y todo el pueblo en la mayor devoción en este santo acto.
Verificada que fue, la volví á manos del Barón para que se colocase otra vez donde estaba, y al salir de la iglesia se repitió otra de igual número de tiros con grandes vivas y aclamaciones.
Por la tarde se formó la tropa en la plaza, y fui en persona á las casas del ayuntamiento, donde este me esperaba con su teniente gobernador: saqué por mí mismo la bandera y la conduje acompañado del expresado cuerpo, y habiendo mandádose hacer el cuadro doble, hablé á las tropas, según manifiesta el n° 1, las cuales juraron con todo entusiasmo, al son de la música y última salva de artillería, sostenerla hasta morir.
En seguida, formados en columna, me acompañaron á depositar la bandera en mi casa, que yo mismo llevaba en medio de Aclamaciones y vivas del pueblo, que se complació de la señal que ya nos distingue de las demás naciones, no confundiéndonos igualmente con los que á pretexto de Fernando VII tratan de privar á la América de sus derechos, y usan las mismas señales que los Españoles subyugados por Napoleón.
Á la puerta de mi posada hizo alto la columna, formó en batalla, y pasando yo por sobre las filas la bandera, puedo asegurar á Vuestra Excelencia que vi, observé el fuego patriótico de la tropas, y también oí en medio de un acto tan serio murmurar entre dientes: "Nuestra sangre derramaremos por esta bandera (...)"
No es dable á mi pluma pintar el decoro y respeto de estos actos, el gozo del pueblo, la alegría del soldado, ni los efectos que palpablemente he notado en todas las clases del Estado, testigo de ellos: solo puedo decir que la patria tiene hijos que sin duda sostendrán por todos medios y modos su causa, y que primero perecerán que ver usurpados sus derechos.
(...) Dios guarde á Vuestra Excelencia muchos años.
Jujui, 29 de mayo de 1812.
Manuel Belgrano.
Excmo. superior gobierno de las Provincias Unidas del Rio de la Plata.
Cuando se enteró, el secretario de Guerra montó en cólera y volvió a escribirle a Belgrano, esta vez en un lenguaje mucho más enérgico: "El gobierno no hace más que dejar a la prudencia de V.S. la reparación de tamaño desorden, pero debe prevenirle que ésta será la última vez que sacrificará hasta tal punto los respetos de autoridad y los intereses de la nación que preside", lo amenazó.

El 18 de julio de 1812, Belgrano le respondió: ''La bandera la he recogido, y la desharé para que no haya ni memoria de ella, sin necesidad de que aquella se note por persona alguna, pues si acaso me preguntaren por ella, responderé que se reserva para el día de una gran victoria por el ejército, y como éste está lejos, todos la habrán olvidado y se contentarán con lo que se les presente.'' Es indudable que Belgrano no deshizo la Bandera, por estar ya bendecida y la guardo prudentemente.

Cronológicamente siguen la invasión por el norte del Ejercito Realista, el Exodo Jujeño, el combate de Las Piedras, La Batalla de Tucuman, hechos importantisimos de nuestra historia pero cuyo detalle nos alejaria del tema que estamos tratando.
El 12 de enero de 1813 se inicia la marcha del ejército patriota. Jornada tras jornada van saliendo de Tucumán, en dirección a Salta, los efectivos de Belgrano. Están correctamente adiestrados y su estado psicológico es excelente.

El punto general de reunión es el río Pasaje, y en previsión de una crecida que impida su paso se lleva de reserva un puente de balsas, formadas con barriles alquitranados. Y mientras Belgrano realiza estas operaciones a septentrión, los bizarros granaderos a caballo, conducidos por San Martín, tienen su bautismo de fuego en San Lorenzo (3 de Febrero), muy cerca de donde Belgrano izó por primera vez el pabellón nacional. La Soberana Asamblea General Constituyente, instalada el 31 de Enero, comienza su mandato con promisorias esperanzas militares.
El 9 de Febrero, comienza el ejército de Belgrano a vadear el río Pasaje y el 11 queda concluida la operación sin que sea necesario usar el puente portátil. Dos días después, el 13 de febrero, en la margen norte del río, el ejército jura lealtad a la Asamblea General que acaba de iniciar sus sesiones en Buenos Aires. Belgrano manda desplegar nuevamente la bandera celeste y blanca. Entonces, desenvainando su espada, se dirige a las tropas y señala la bandera:
- Esta será la nueva divisa con que marcharán al combate los defensores de la Patria.
En seguida presta el juramento de obediencia a la soberana Asamblea y lo toma individualmente a los jefes de cuerpo; luego interroga a la tropa con la fórmula prescripta por el gobierno y tres mil voces repiten al mismo tiempo:
-¡Sí, juro!
Entonces Belgrano coloca su espada horizontalmente sobre el asta de la bandera, mientras desfilan sucesivamente todos los soldados para besar uno a uno aquella cruz, sellando con su beso el juramento que acaban de prestar. Concluido el acto, Belgrano hace grabar, en el tronco de un árbol gigantesco que se levanta sobre la margen del río, la inscripción Río del Juramento, nombre que desde entonces lleva el Pasaje.
Luego tendra lugar la Batalla de Salta ,hecho en el que estuvo presente la Bandera de Belgrano.
Una vez en Jujuy Belgrano hizo confeccionar una serie de banderas para los regimientos (entre las que se encontrarian las conocidas como "de Macha") esto se desprende del libro de ordenes del dia del ejercito en donde figuran los gasto hechos en la compra del mateiral para la confeccion, como asi tambien una para el pueblo jujeño con e escudo de la asamblea del año XIII y emprendio la marcha hacia el Alto Peru.
Tra la derrota de Vicapugio (que estuvo muy cerca de ser una victoria y la derrota se debio en gran parte a que el plan de batalla de Belgrano cayo en manos de los realistas)
A las once y media de la mañana Pezuela consideraba perdida la batalla. Sin embargo la casualidad le depararía la victoria. Si bien él no tenía un plan de operaciones y Belgrano tenía un plan concertado e inteligentemente puesto en obra, las heroicas muertes del coronel Álvarez, del mayor Beldón y del capitán Villegas, dejaron su izquierda sin jefes de autoridad en el momento crítico del combate.

Ante la dispersión inevitable de su ejército, Belgrano evidenció su arrojo y serenidad. Desmontó en uno de los cerros situados a retaguardia, en el campo de batalla; tomó en sus manos una bandera, reunió una parte de los dispersos y comenzó a tocar llamada. A los pocos momentos contaba en derredor suyo 200 hombres y una pieza de artillería.
Belgrano se mantuvo en esa eminencia por espacio de tres horas, en la esperanza de que un refuerzo del ala derecha ya dispersa, o quizás el arribo del coronel Zelaya con la caballería de Cochabamba, le permitiesen restablecer el combate. El enemigo, dos veces rechazado en sus asaltos, se hallaba al pie de la cuesta ya prudente distancia, sin atreverse a atacarlos nuevamente. Esperaba refuerzos para intentar el desalojo de aquel reducido grupo de vencidos.
A las dos de la tarde, rodeado de 500 hombres y convencido de la inutilidad de la espera, Belgrano dispuso que el mayor general Díaz Vélez se dirigiese a Potosí, para reunir allí los dispersos que iban en esa dirección; mientras él se dirigía a Cochabamba, buscando la incorporación de Zelaya. Era su propósito amenazar la retaguardia del enemigo. Arengó con estas palabras a sus soldados en el momento de ponerse en marcha:
“Soldados: Con que al fin hemos perdido después de haber peleado tanto?, la victoria nos ha engañado para pasar a otras manos, pero en las nuestras aún flamea la bandera de la Patria”.

 Luego vendría Ayohuma, en las que también estuvo presente la Bandera, y fue nuevamente el lugar de encuentro para los hombres dispersos del general Belgrano.
El ejercito regreso a Tucuman, en donde el general San Martin relevaría en el mando al General Belgrano, a San Martin le deja el mando del ejercito y la Bandera, en la que San Martín se inspiraría para la confeccion de la Bandera del Ejercito de los Andes.
 Luego Belgrano seria destinado nuevamente al Ejercito del  Norte , donde se encontraba en el crucial momento de la Declaracion de Independencia (09/07/16),  dicho Congreso aprobo la Bandera Argentina tal y como hoy la conocemos. por lo que el general Belgrano hizo confeccionar una nueva bandera que reemplazaria a la primera Bandera nacional. Esta ceremonia tuvo lugar el 24 de setiembre de 1816 y Belgrano quizo que el Templo de la Merced (hoy desaparecido y que se encontraba donde hoy esta la legislatura en rivadavia primera cuadra) sea depositario de tan glorioso recuerdo.dijo Belgrano en tan solememne acontecimiento:

Soldados: Una nueva bandera del ejercito os presento, para que conociéndola sepáis que ella ha de ser vuestra guia y punto de reunión.La que acabo de depositar a los pies de la Virgen nuestra generala María Santísima de Mercedes, sirvió al mismo efecto mientras tuve el honor de mandaros: no la perdáis de vista en ningún caso sea prospero o adverso, pues donde ella estuviere , allí me tendréis ; jurad no abandonarla, jurad sostenerla para arrollar a nuestro enemigos, entrar triunfantes, rompiendo las cadenas que cargan sobre nuestros pueblos hermanos. La América y la Europa os miran; que vean el orden, la subordinacion y la disciplina que obsevais, y al fin admiren vuestros trabajos , vuestra constancia y vuestro heroismo, como lo desea vuestro general.

Belgrano

Los cambios de ideas y de gobierno hicieron que a nuestro Tucuman llegasen las ideas europeizantes de tinte anticlerical,  sumado a la necesidad de recursos para alimentar las guerras intestinas a las que estuvimos sometidos y a gobiernos que ya en esa época mostraron una gran facilidad para cometer ilícitos.
Fue así como por la voracidad de algunos desaparecieron : "La Ciudadela" , del general San Martín, que fue vendida, y luego comprada por personajes del gobierno provincial ,la casa del general Belgrano, a la que de apoco le fueron quitando terrenos hasta casi no dejar nada, y finalmente  el Convento de la Merced que lisa y llanamente fue una apropiacion, pues a los monjes les quitaron todo el terreno y no le dieron ni siquiera explicaciones. Aclaro que el actual Templo de la Merced es mucho posterior a todo esto. La rica documentacion que allí se encontraba (y seguramente la Bandera de Belgrano ) desaparecieron para siempre, pues he averiguado entre la gente del arzobispado y nadie sabe nada, lo que implica que se lo llevo Mitre o lo quemaron. Pero que no nos sorprenda todo esto pues los tucumanos fuimos aun peores con el general Manuel Belgrano, que vivió practicamente en la miseria en los últimos años,los que paso justamente entre nosotros. Pero aun podemos enmendar lo hecho, la actual legislatura puede ser utilizada para un museo provincial donde recordemos al general Belgrano, a los congresales del año 1816, y aquellos que ofrendaron sus vidas por lo que hoy gozamos todos, nuestra Patria.

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